Hoy en día, el diseño industrial enfrenta un mundo de constante cambio, dentro de entornos ambiguos, con alto grado de incertidumbre, muy competitivos, y con clientes cada vez más exigentes. Es dentro de este contexto, que el rol del diseñador toma cada vez más importancia dentro de las organizaciones y enfrenta a la vez varios retos.
El primer reto a enfrentar, es hacer propuestas entendiendo las necesidades de la empresa y del mercado, plasmando a través de diseños en 2 y 3 dimensiones, lo que todavía no tiene forma definida y está por escrito o sólo en palabras. Esta habilidad no es exclusiva del diseñador, sin embargo, es quien puede alcanzar las mayores destrezas en ese aspecto.
El segundo reto es gestionar las actividades relacionadas al diseño, como el cumplimiento de las exigencias del departamento de marketing o la factibilidad de producción con ingeniería. Un buen indicador de que la gestión de diseño va por buen camino, es cuando se negocian de manera creativa las objeciones de los demás departamentos y se logra convertir comentarios como “no se puede” en “sí se puede”.
El tercer reto que enfrenta un diseñador dentro de una organización es cuando participa en el desarrollo de sus estrategias para alcanzar los objetivos planificados. El rol del diseñador en este aspecto, implica una visión innovadora que le permita adaptarse a la incertidumbre y complejidad del entorno competitivo.
Los tres retos descritos para los diseñadores son también niveles de intervención en los que el diseño participa hoy en día dentro de una organización, potenciando la capacidad de innovación, diferenciación y refuerzo de la marca para la empresa.
El primer reto a enfrentar, es hacer propuestas entendiendo las necesidades de la empresa y del mercado, plasmando a través de diseños en 2 y 3 dimensiones, lo que todavía no tiene forma definida y está por escrito o sólo en palabras. Esta habilidad no es exclusiva del diseñador, sin embargo, es quien puede alcanzar las mayores destrezas en ese aspecto.
El segundo reto es gestionar las actividades relacionadas al diseño, como el cumplimiento de las exigencias del departamento de marketing o la factibilidad de producción con ingeniería. Un buen indicador de que la gestión de diseño va por buen camino, es cuando se negocian de manera creativa las objeciones de los demás departamentos y se logra convertir comentarios como “no se puede” en “sí se puede”.
El tercer reto que enfrenta un diseñador dentro de una organización es cuando participa en el desarrollo de sus estrategias para alcanzar los objetivos planificados. El rol del diseñador en este aspecto, implica una visión innovadora que le permita adaptarse a la incertidumbre y complejidad del entorno competitivo.
Los tres retos descritos para los diseñadores son también niveles de intervención en los que el diseño participa hoy en día dentro de una organización, potenciando la capacidad de innovación, diferenciación y refuerzo de la marca para la empresa.
Regresar: http://www.josetealdo.com/index_espanol.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario